Afecta al 3-15% de la población general. El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico caracterizado por la aparición una sensación sensación desagradable, difícil de describir, en las piernas que aparece al acostarse o con el reposo, y que mejora transitoriamente al moverlas. Los síntomas pueden aparecer o empeorar con el reposo o por la noche cuando el paciente está en la cama e interfieren en el adecuado descanso.
Hasta un 80% de los pacientes asocian, además, movimientos involuntarios de las piernas durante el sueño y, un porcentaje más pequeño, refieren este tipo de movimientos también durante la vigilia, mientras se encuentran sentados o acostados.
El SPI suele afectar la calidad de sueño, ocasionando somnolencia durante el día, como así también cuadros de ansiedad y depresión que repercuten de manera importante sobre la calidad de vida de las personas afectadas.
En algunos casos, el síndrome de piernas inquietas puede ser debido a una lesión de los nervios periféricos, la disminución de los acúmulos de hierro o por el aumento del ácido úrico en la sangre. Sin embargo, en la mayor parte de los pacientes no se evidencia una causa del síndrome de piernas inquietas, y se define como idiopático. En estos últimos, puede existir un componente de predisposición genética, ya que al menos una tercera parte de los pacientes tiene antecedentes familiares. Por otra parte, se cree que el origen de este síndrome pueda guardar relación con un descenso de la dopamina, que es un neurotransmisor cerebral necesario para la realización y coordinación de movimientos.