tDCS/Neuromodulación

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tDCS/NEUROMODULACIÓN

Los tratamientos a través de la neuromodulación son una línea novedosa y en pleno desarrollo en el mundo, constituyen una de las formas más seguras y eficaces de lograr respuesta terapéutica a través de la modulación neuronal.

La neuromodulación mediante el uso de estimulación transcraneal con corriente directa (conocida con las siglas tDCS(transcranial direct current stimulation) es un método neurofisiológico de estimulación cerebral no invasiva, indoloro y sin efectos secundarios. Esta técnica consiste en aplicar diminutas corrientes eléctricas a través de unos electrodos (ánodo y cátodo) situados sobre el cuero cabelludo.

El flujo de corriente directa penetra en las capas cortical y subcortical de la corteza cerebral. Éste produce un efecto neuromodulador de la excitabilidad neuronal al modificar el potencial de la membrana en reposo, a la vez que incrementa su capacidad para ser modulada y favorece la neuroplasticidad cerebral (capacidad del cerebro de reorganizar sus conexiones neuronales y mejorar su funcionamiento). Este efecto posibilita la mejoría clínica en múltiples patologías neurológicas y psiquiátricas.

La tDCS es un tratamiento que potencia la eficacia de otros tratamientos farmacológicos, permitiendo reducir la dosis de los mismos. También tiene un gran potencial en los programas de rehabilitación neurológica, mejorando y acelerando la recuperación clínica.

¿Cómo es el tratamiento con estimulación eléctrica transcraneal?

El tratamiento con estimulación eléctrica transcraneal (tDCS) es no invasivo e indoloro. No necesita preparación previa por parte del paciente y puede aplicarse tanto en niños como en adultos.

El procedimiento se realiza bajo supervisión médica del especialista en Neurofisiología Clínica, que establece el protocolo de estimulación específico para cada paciente y para cada patología. En cada sesión de tratamiento se coloca un casco en la cabeza del paciente que lleva incorporados los electrodos y un dispositivo neuroestimulador y se aplica una corriente eléctrica de muy baja amplitud durante 20-30 minutos.

La aplicación de las sesiones debe ser regular y repetitiva. Generalmente, el número mínimo de sesiones son 10 (una sesión diaria). El número y la duración de las sesiones depende de cada patología.

Riesgos del tratamiento con estimulación eléctrica transcraneal

El único efecto secundario que puede notar el paciente es un pequeño cosquilleo en la zona donde apliquemos la estimulación. Menos del 2% de los participantes notarán cefalea, mareo o sintomatología similar, siendo estos efectos siempre pasajeros y de muy corta duración.

¿En qué patologías se aplica la tDCS?

La estimulación eléctrica transcraneal se utiliza en el tratamiento de numerosas patologías. Así, se ha demostrado que puede tener utilidad para tratar y controlar el dolor (dolor neuropático central y periférico), la migraña o la neuralgia del trigémino. También para el abordaje de la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, así como la rehabilitación motora tras un accidente cerebrovascular (ictus) o en enfermedades como el Parkinson, esclerosis múltiple, temblor esencial o distonías.

Es de utilidad en el tratamiento de enfermedades neuropsiquiátricas, depresión, ansiedad, estrés, insomnio, síndrome de piernas inquietas, trastornos del neurodesarrollo (TDAH, autismo), etc. La estimulación transcraneal (tDCS) se ha estudiado y aplicado pudiendo aportar algunos beneficios de mejora de las funciones cognitivas superiores (memoria de trabajo, atención, aprendizaje, lenguaje, coordinación…). Aporta importantes beneficios y es complementario a los programas de rehabilitación cognitiva en enfermedades degenerativas y neurológicas. Aumenta la capacidad de aprendizaje, el razonamiento y la toma de decisiones y mejora las capacidades cognitivas en el deterioro cognitivo relacionado con la edad.

De igual forma la estimulación eléctrica transcraneal se ha demostrado eficaz como método de estimulación cognitiva en personas sanas que buscan mejorar su calidad de vida.

TRASTORNOS-DEL-ESTADO-DE-aNIMO

El Ictus es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo y su incidencia ha aumentado en los últimos años. Generalmente, el ictus deja secuelas que pueden ser físicas, conductuales, emocionales o cognitivas y que deben ser abordadas con una rehabilitación específica, según sea el caso de cada paciente. Cuando los enfermos con un ictus superan el período agudo de convalecencia, deben recibir un tratamiento neurorrehabilitador precoz. La base de esta terapia neurorrehabilitadora se fundamenta en que el cerebro es una entidad dinámica con capacidad de adaptación o neuroplasticidad (NP). El grado de recuperación y pronóstico funcional de estos pacientes está supeditado a que esa NP se complete de una forma adecuada.

Los tratamientos de estimulación cerebral no invasiva nos permiten potenciar estos cambios neuronales, siempre que se pongan en práctica por un equipo médico cualificado con experiencia.

La Estimulación Eléctrica Transcraneal (tDCS) es una técnica neurofisiológica de estimulación cerebral no invasiva y segura que actúa como neuromoduladora. La tDCs actúa sobre la neuroplasticidad pudiendo facilitar o inhibir las conexiones sinápticas neurales. La mayor parte de la clínica generada después del ictus no se debe a la lesión en sí, sino a la hiperactividad registrada en el hemisferio intacto, que indirectamente inhibe al lesionado.

El tratamiento mediante tDCS se realiza a través de la aplicación de pequeñas corrientes eléctricas a un área específica del cerebro a través de electrodos colocados sobre el cuero cabelludo. El flujo de corriente directa penetra en las capas cortical y subcortical de la corteza cerebral, produciendo un efecto neuromodulador. La estimulación eléctrica excitatoria del hemisferio cerebral lesionado o inhibitoria del hemisferio cerebral no afectado nos permite optimizar la actividad cerebral funcional, así como conseguir una recuperación del área cerebral dañada en un tiempo menor. Por tanto, el objetivo del tratamiento es doble, por un lado se busca reforzar la conectividad de las neuronas próximas a la lesión y por otro, impedir la interferencia de otras zonas cerebrales que interfieren en la recuperación tras el ictus.

El tratamiento de neuromodulación mediante tDCS es seguro, no invasivo, indoloro y sin efectos secundarios. El procedimiento se realiza bajo supervisión médica que establece el protocolo de estimulación específico para cada paciente y para cada patología. En cada sesión de tratamiento se coloca un casco en la cabeza del paciente que lleva incorporados los electrodos y un dispositivo neuroestimulador. Se aplica una corriente eléctrica de muy baja intensidad durante 30 minutos. La aplicación de las sesiones debe ser regular y repetitiva. Generalmente, el número mínimo de sesiones son 20 (una sesión diaria), aunque el número y la duración de las sesiones depende de cada caso y se valora de forma individual.

Antes de realizar el tratamiento se realiza un electroencefalograma (EEG) y un EEG cuantificado (QEEG), técnicas de neuroimagen funcional que aportan información en tiempo real y de forma dinámica y objetiva de la función cerebral.  Estás técnicas nos permiten evaluar la función cerebral y realizar una evaluación individual con el fin de dirigir el tratamiento de neuromodulación cerebral individualizado en cada paciente y poder posteriormente realizar un seguimiento de los cambios en la función cerebral tras el tratamiento.

Hay evidencias científicas de que las sesiones repetidas de tDCS inducen una mayor duración de la recuperación de los déficits, tanto en la etapa subaguda como en la etapa crónica de la enfermedad.

El tratamiento mediante tDCS tiene la ventaja de que puede aplicarse de forma concomitante durante la terapia física, el entrenamiento conductual, motor o cognitivo. La combinación de las técnicas convencionales de rehabilitación junto con el tratamiento neuromodulador mediante tDCS mejora los recuperación de los pacientes, ya que sus efectos neuromoduladores potencian los efectos de las técnicas de rehabilitación convencionales.

El tratamiento post-ictus mediante tDCS ha mostrado la mejoría de los trastornos motores, la afasia, la disartria, la disfagia orofaríngea, la depresión y las dificultades perceptivo-cognitivas que aparecen en estos pacientes, mejorando su calidad de vida de forma considerable.

Los efectos analgésicos de las terapias neuromoduladoras han demostrado su eficacia en pacientes con diferentes tipos de dolor. Aplicada en ciertas áreas del cerebro relacionadas con el procesamiento del dolor, la estimulación transcraneal puede revertir la excitabilidad anormal del cerebro mediante la modificación del nivel de excitabilidad de un grupo de áreas cerebrales relacionadas con el procesamiento del dolor, obteniendo efectos analgésicos más duraderos, mejorando la reducción del dolor y la frecuencia de los episodios, y facilitando la recuperación de la funcionalidad de la persona.

Quién puede beneficiarse:
  • Dolor neuropático central y periférico
  • Dolor crónico y agudo.
  • Dolor lumbar.
  • Síndrome doloroso regional complejo (distrofia simpático refleja)
  • Fibromialgia
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Dolor post ictus.
  • Dolor en esclerosis múltiple.
  • Migraña
  • Neuralgia del trigémino.
  • Neuropatía diabética dolorosa
  • Dolor pélvico

FIBROMIALGIA

La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico generalizado caracterizado por la presencia de dolor musculoesquelético difuso y generalizado, la alteración del estado de ánimo, insomnio y déficits cognitivos que repercuten de forma significativa en la calidad de vida del paciente. Sabemos que la alteración funcional de las vías nociceptivas centrales tiene un papel clave en el inicio y mantenimiento del dolor en la fibromialgia.

En España, la prevalencia se sitúa alrededor del 2,4% de la población adulta mayor de 20 años, siendo mucho más frecuente en la mujer que en el hombre y que acostumbra a presentarse entre los 35 y los 55 años, pero puede hacerlo en cualquier etapa de la vida, incluso se ha descrito en niños y adolescentes.

El cuadro clínico de la fibromialgia se produce por una importante disfunción del procesamiento del sistema nociceptivo (encargado de alertar de los probables agentes dañinos) incorporado a nuestro sistema nervioso. Esta alteración origina un dolor súbito, persistente y prolongado debido a la continua hiperactivación del sistema responsable de la detección de los estímulos nocivos para nuestro organismo y a los cambios en el procesamiento sensorial. Esta continua hiperactivación de nuestro sistema de alerta ante un posible daño (aun sin existir tal daño), además del dolor crónico generalizado, provoca alteraciones en el ritmo de sueño nocturno, el aumento del cansancio o fatiga, y múltiples perturbaciones del sistema nervioso autónomo y del estado emocional.

Las personas afectas de fibromialgia presentan una hipersensibilidad al dolor y tienen un umbral para el dolor disminuido y generalizado, es decir, el nivel en el cual los estímulos causan una sensación dolorosa está disminuido.

En pacientes con fibromialgia y dolor crónico el tratamiento mediante tDCS puede revertir la excitabilidad anormal del cerebro mediante la modificación del nivel de excitabilidad de un grupo de áreas cerebrales relacionadas con el procesamiento del dolor, obteniendo efectos analgésicos más duraderos. El tratamiento con tDCS disminuye el dolor y la frecuencia de los episodios, y facilita la recuperación de la funcionalidad de la persona. Se trata de un tratamiento que potencia la eficacia de otros tratamientos farmacológicos, permitiendo reducir la dosis de los mismos.

La tDCS es un tratamiento de primera línea para la fibromialgia debido a su eficacia, ausencia de efectos secundarios y la insuficiencia de los tratamientos convencionales.

SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA

El Síndrome de Fatiga Crónica se caracteriza por un profundo e incapacitante cansancio, no debido al ejercicio y que no se alivia con el reposo de al menos 6 meses de duración y que conlleva una importante reducción de la actividad previa del paciente, tanto personal, social, educativa o laboral.

Se acompaña de dificultades de concentración y pérdida de memoria, dolor muscular, sueño no reparador y fatiga tras el esfuerzo (físico o mental) que persiste más de 24 horas después del mismo.

La tDCS es eficaz en el abordaje tanto de la fatiga física como mental, disminuye el dolor, mejora la calidad de sueño y mejora la función cognitiva, potenciando la capacidad de atención y la memoria.

La neuromodulación tDCS puede ayudar a numerosas enfermedades psiquiátricas y de salud:

DEPRESIÓN

Gran cantidad de estudios de neuroimagen muestran que durante la depresión hay actividad asimétrica en la población de neuronas de la corteza prefrontal (área de nuestro cerebro más implicada en funciones de adaptación al medio, toma de decisiones o resolución de problemas), observándose una actividad neuronal reducida en el hemisferio izquierdo. Esta actividad puede incrementarse por gracias a la aplicación de tDCS.

El tratamiento mediante tDCS en pacientes con depresión, tiene niveles de eficacia similares al tratamiento mediante terapia cognitivo-conductual y fármacos antidepresivos. Además, gracias a recientes estudios se sabe que combinar el tratamiento con tDCS y antidepresivos y tDCS y terapia cognitivo-conductual duplica las posibilidades de respuesta. Así mismo, sabemos que el tratamiento mediante tDCS duplica las probabilidades de remisión de la depresión.

El tratamiento mediante tDCS es efectivo tanto en pacientes con depresión unipolar como con trastorno bipolar, mejora la eficacia de la terapia cognitivo-conductual y la eficacia de los antidepresivos y está indicado para el tratamiento de pacientes que no responden o que presentan intolerancia a los fármacos antidepresivos.

El Trastorno de Depresión Mayor (TDM) generalmente se acompaña de alteraciones de la actividad cortical y la excitabilidad, especialmente en las áreas prefrontales. Más del  60 % de los enfermos que no responden a tratamiento psiquiátrico mejoran con este procedimiento. Entre los posibles mecanismos de acción de esta técnica está la inducción de cambios plásticos en las redes neuronales cerebrales y el aumento de la disponibilidad de neurotransmisores cerebrales como la dopamina y la serotonina, directamente relacionados con la depresión.

TOC

Las personas afectadas por Trastornos Obsesivo Compulsivo presentan pensamientos obsesivos y comportamientos repetidos e indeseables que se traducen en un malestar clínicamente significativo. La terapia con tDCS ha mostrado eficacia en la disminución de los comportamientos compulsivos y, a su vez, una disminución importante de los niveles de ansiedad que presentan.

La tDCS reduce los síntomas clínicos no sólo de la depresión y el TOC, sino también de la ansiedad, trastorno bipolar, adicciones y esquizofrenia, potenciando la eficacia de determinados tratamientos farmacológicos.

 

ESTRÉS

El estrés es una característica constante de la vida cotidiana en nuestra sociedad, desempeñando un importante papel en gran número de trastornos crónicos.

En pacientes con estrés, el tratamiento con tDCS previene y mejora los déficits de memoria de trabajo asociados al estrés, mejora la función cognitiva, la fatiga física y mental y la calidad de sueño.

Las funciones cognitivas son el conjunto de funciones del cerebro que nos permite adquirir y procesar información. Estas funciones nunca actúan de forma independiente, o sea, se relacionan e interactúan en forma constante para generar procesos cognitivos más complejos y llegar a productos mentales necesarios para nuestra supervivencia y para lograr una adaptación eficaz, como el relacionar información y generar conclusiones (razonar), resolver problemas, generar pensamiento, relacionarse socialmente, crear o el aprender.

DETERIORO COGNITIVO

La tDCS mejora las funciones cognitivas superiores (memoria de trabajo, atención, aprendizaje, lenguaje, coordinación, planificación, organización…). Aporta importantes beneficios y es complementario a los programas de rehabilitación cognitiva en enfermedades degenerativas y neurológicas (Parkinson, esclerosis múltiple, demencia, accidente cerebro-vascular, deterioro cognitivo leve, deterioro cognitivo asociado a la edad etc).

La tDCS tiene importante beneficios en las funciones cognitivas, mejorando la capacidad de aprendizaje, el razonamiento y la toma de decisiones. Mejora las capacidades cognitivas en el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Es un método de estimulación cognitiva general en personas sanas que buscan mejorar y potenciar sus capacidades intelectuales y ralentiza los procesos de deterioro.

TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO

TDAH

En el TDAH la neuromodulación con tDCS mejora los síntomas clínicos y la función cognitiva,  mejorando la atención selectiva, la memoria de trabajo y el control inhibitorio. Así mismo se ha demostrado que mejora la velocidad de procesamiento, la detección de estímulos y reduce la impulsividad y la hiperactividad.

La tDCS es capaz de inducir cambios a largo plazo y, por tanto, de tener un efecto duradero. Estos cambios son dependientes de la síntesis de proteínas y de modificaciones en el AMP cíclico intracelular y los niveles de calcio, fenómenos similares a los que ocurren en la potenciación sináptica a largo plazo y que constituyen los mecanismos básicos de plasticidad cerebral.El alto perfil de seguridad y tolerabilidad, el gran potencial que está mostrando como alternativa terapéutica en adultos, así como su capacidad para guiar la plasticidad cerebral, la convierten en una técnica terapéutica prometedora en el campo de la psiquiatría, la neurología y la rehabilitación infantil.

Los pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) presentan una hipoactivación de la corteza prefrontal lo que afecta el control inhibitorio, la atención y la memoria de trabajo, déficits que se correlacionan con los síntomas clínicos. Numerosos estudios han mostrado que la estimulación eléctrica transcraneal de corriente directa (tDCS) de la corteza prefrontal en pacientes con TDAH mejora los síntomas clínicos y la función cognitiva, mejorando la atención selectiva, la memoria de trabajo y el control inhibitorio.

Así mismo se ha demostrado que mejora la velocidad de procesamiento, la detección de estímulos y reduce la impulsividad y la hiperactividad, provocando una reducción significativa en los síntomas clínicos en niños, adolescentes y adultos con TDAH.

Neurosci. Bull.2020

Estudios recientes han demostrado que la combinación del tratamiento de neuromodulación mediante tDCS, con otras intervenciones como el entrenamiento cognitivo, tratamiento farmacológico, tratamiento psicológico y el ejercicio físico, pueden potenciar y prolongar la eficacia del tratamiento neuromodulador en personas con TDAH.
En todos los casos, el tratamiento del TDAH debe ser individualizado, multimodal y multidisciplinar.

 

Trastornos del Espectro Autista (TEA)

Los estudios han demostrado que las personas con TEA pueden tener una conectividad neuronal alterada en ciertas áreas del cerebro. La estimulación cerebral no invasiva puede dirigirse a estas áreas, ayudando a «reconfigurar» estas conexiones y mejorar los síntomas asociados con el autismo.

TRASTORNOS DEL SUEÑO

La estimulación eléctrica transcraneal ha mostrado ser eficaz en la disminución de los síntomas de los pacientes con Síndrome de piernas inquietas, siendo un abordaje terapéutico prometedor, ya que el tratamiento de este trastorno actualmente se limita al empleo de fármacos cuya eficacia se ve disminuida por sus daños colaterales, como la hipersomnolencia diurna y efecto de rebote ante la suspensión del mismo.

Tanto en el insomnio primario como en el  insomnio secundario a otras patologías el tratamiento con tDCS produce una mejora de la calidad del sueño, con disminución de los despertares nocturnos y aumenta el sueño reparador.