El Dr. Richard A. Bermudes, director médico de Mindful Health Solutions en San Francisco y profesor clínico adjunto de psiquiatría en la Universidad de California, asegura que el tratamiento mediante estimulación magnética transcraneal (EMT) debe considerarse tratamiento de primera línea para el trastorno depresivo de moderado a grave.
En un reciente artículo en Psychiatric News, el Dr. A. Bermudes, comenta que incorporó la estimulación magnética transcraneal (EMT) a su práctica en 2009 y esperó la publicación de la Guía de Práctica de la APA para el Tratamiento de Pacientes con Trastorno Depresivo Mayor, en 2010. Según palabras de Bermudes:
Para mi sorpresa, no sólo se mencionaba la EMT, sino que una serie de cambios clave en las directrices incluían recomendaciones para lo siguiente:
- Los psiquiatras deben presentar a los pacientes información relativa a la evidencia de una amplia gama de opciones de tratamiento, incluyendo terapias somáticas e intervenciones psicosociales.
- Los psiquiatras deben utilizar una escala de valoración de los síntomas psiquiátricos administrada por el médico y/o el paciente para ayudar a las estrategias de tratamiento.
- La TEC está indicada para la depresión resistente al tratamiento, pero los inhibidores de la monoaminooxidasa, la EMT y la estimulación del nervio vago son otras opciones potenciales.
- Debe considerarse el tratamiento de mantenimiento después de la fase de continuación, especialmente para los pacientes con riesgo de recurrencia.
- Actualmente no hay pruebas suficientes que apoyen el uso de la EMT en el tratamiento inicial del trastorno depresivo mayor.
Al leer las directrices recientemente y considerar el número de nuevos estudios de resultados realizados con EMT, creo que la EMT debería considerarse además de la farmacoterapia y la psicoterapia como tratamiento de primera línea para los pacientes con trastorno depresivo mayor de moderado a grave.
Hay algunas publicaciones clave que destacan el crecimiento de la EMT en los últimos 10 años. Un análisis cualitativo sistemático relativamente nuevo, publicado el 8 de enero de 2019 en BMJ Psychiatry, indica que cuanto antes inicien la EMT los pacientes sin tratamiento en el episodio depresivo actual, mejor será el resultado.
En el análisis se incluyeron diez artículos (seis de grado alto y cuatro de grado bajo) que demostraron una tasa de respuesta del 95% y una tasa de remisión del 63% en sujetos que recibieron EMT como tratamiento de primera línea en el episodio actual. Además, las tasas de interrupción son menores con la EMT en comparación con la farmacoterapia, y la EMT no tiene efectos secundarios sistémicos como aumento de peso, diabetes prematura y efectos secundarios sexuales. La EMT es rentable y da lugar a mayores años con mejor calidad de vida.
Dada la evidencia, puede considerarse poco ético no discutir la EMT como una opción de tratamiento para los pacientes que no han recibido tratamiento o que han fracasado con un antidepresivo en el episodio actual. Como embajadores de la recuperación, los psiquiatras deben presentar a los pacientes la información relativa a la evidencia de una amplia gama de opciones de tratamiento, incluidas las terapias somáticas y las intervenciones psicosociales.