La apnea del sueño es un trastorno infradiagnosticado

La apnea del sueño es un trastorno infradiagnosticado

Las apneas e hipopneas obstructivas del sueño se caracterizan por una oclusión intermitente y repetitiva de la vía aérea superior que limita el paso del aire hacia los pulmones durante el sueño.

Las consecuencias directas de estos episodios son el descenso repetitivo en la saturación de oxígeno de la sangre y los despertares transitorios y recurrentes del sueño causados por el aumento de esfuerzo respiratorio, lo que provoca un sueño fragmentado y no reparador.

El Síndrome de Apnea Hipopnea de Sueño (SAHS) se acompañan además de manifestaciones clínicas, como una excesiva somnolencia diurna, alteraciones neuropsiquiátricas (depresión, ansiedad, alteración de las funciones cognitivas), alteraciones metabólicas, respiratorias, cardiacas y cerebro vasculares importantes.

 

La apnea del sueño también afecta a mujeres

La apnea de sueño afecta tanto a hombres como a mujeres. Su prevalencia en la edad adulta se encuentra alrededor del 8% de los hombres y del 5% de las mujeres, sin embargo, ha existido una mayor tendencia a asociar esta patología a los hombres.

La prevalencia de la apnea de sueño aumenta con la edad. En personas mayores de 65 años la prevalencia puede llegar al 26% en hombres y 21% en mujeres.

La apnea del sueño está infradiagnosticada en un 80% de los casos, sobre todo en las mujeres.

 

Obesidad, la principal causa de apnea del sueño

Tanto en hombres como en mujeres, la obesidad se convierte en la principal causa de apnea del sueño: el 84% de las mujeres que son obesas sufren esta patología. Así mismo, y al igual que en los casos de apnea en hombres, la apnea del sueño se hace presente especialmente en aquellas mujeres que sufren hipertensión. Los datos recogidos por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica demuestran que el 80% de las mujeres con hipertensión son proclives a padecer apnea del sueño.

En los hombres los elementos identificativos de la apnea del sueño suelen ser los ronquidosy la somnolencia diurna, mientras que en las mujeres la obesidad, la hipertensión y los cambios de humor son los principales factores determinantes de la apnea de sueño.

Consecuencias de la apnea de sueño

La apnea de sueño es uno de los principales factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, aumentando el riesgo de infarto de miocardio y en especial para la enfermedad cerebrovascular, aumentado el riesgo de presentar un ictus.

Las arritmias cardiacas son cuatro veces más frecuentes en pacientes con apnea de sueño y la presencia de apneas repetidas facilita la aparición de episodios de fibrilación auricular, con el consiguiente incremento del riesgo de ictus. La presencia de apneas de sueño de cualquier severidad eleva el riesgo de padecer un evento de ictus o muerte de cualquier causa en 2 veces respecto a las personas que no tienen apneas.

La apnea es un importante factor para desarrollar hipertensión arterial y que el 80% de las personas con hipertensión arterial son proclives a padecer apnea de sueño.

 

Los riesgos de la apnea son más graves en mujeres

Aunque la apnea del sueño en las mujeres presenta los mismos problemas que en los hombres, sabemos que en determinados casos estos riesgos pueden ser mayores en ellas. Su perfil de riesgo es diferente al de los hombres por factores biológicos, sobre todo durante la etapa fértil y después de la menopausia.  Además, las mujeres tienen mayor prevalencia de hipertensión arterial y fibrilación auricular, factores ambos predominantes en la aparición de un ictus. En las mujeres la apnea de sueño incrementa más el riesgo de padecer ictus que en los casos de apnea en hombres.

El ictus es la primera causa de muerte en la mujer. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2016 fallecieron por ictus casi 16.000 mujeres, lo que supone una cifra de fallecimientos de más del doble que la producida por el cáncer de mama. Sabemos que hasta un 90% de los casos de ictus en la mujer se pueden prevenir.

Tratar las apneas reduce el riesgo de ictus

Si presenta sintomatología de ronquidos, excesiva somnolencia diurna, sueño no reparador, cambios de humor y problemas de concentración se puede sospechar de tener apnea del sueño se debe acudir a una unidad de sueño para su diagnóstico.

La prueba diagnóstica de referencia, considerada como patrón estándar para la detección de las apneas es la polisomnografía nocturna (PSG) que se realiza en las unidades de sueño.

El diagnóstico es importantísimo para valorar su presencia, gravedad y para evitar repercusiones sobre la salud. El tratamiento de las apneas reduce el riesgo de ictus y de problemas cardiovasculares, facilita el control de la hipertensión arterial, reduce la aparición de arritmias cardiacas y complicaciones metabólicas.