“Tratamiento de los SSC mediante Neuromodulación” en la Universidad de Verano de Teruel

“Tratamiento de los SSC mediante Neuromodulación” en la Universidad de Verano de Teruel

Este año, desde el Instituto Neurocognitivo INCIA hemos participado como ponentes en el curso sobre Síndromes de sensibilización central (SSC) en la Universidad de Verano de Teruel.

Desde nuestra experiencia, hemos abordado cómo las técnicas de neuromodulación pueden ser grandes aliadas como tratamiento para quiénes padecen síndromes de sensibilización central (SSC), como la fibromialgia (FM) y el síndrome de fatiga crónica (SFC).

Estos síndromes tienen en común una alteración del funcionamiento del sistema nervioso central. El síntoma principal en estos casos es el dolor crónico generalizado, espontáneo y desproporcionado, que no responde a las causas habituales. Junto a este dolor, son frecuentes otros síntomas como la fatiga intensa, problemas de sueño, alteraciones emocionales (ansiedad, depresión) y dificultades cognitivas con importante repercusión en las actividades diarias de los pacientes. Lo más característico de estos trastornos es que el origen del malestar no se encuentra en los tejidos corporales dañados, sino en una disfunción del procesamiento sensorial en el cerebro y la médula espinal. Este tipo de dolor, sin lesión aparente, se denomina nociplástico.

Este fenómeno se explica por un proceso llamado sensibilización central, en el cual el sistema nervioso central responde de forma exagerada a estímulos que normalmente no serían dolorosos. Se produce una disminución del umbral de activación neuronal y una amplificación de las señales dolorosas, lo que da lugar a fenómenos como la alodinia (dolor ante estímulos no dolorosos) o la hiperalgesia (respuesta excesiva al dolor). Además, se alteran los mecanismos inhibidores descendentes, aumenta la liberación de neurotransmisores excitadores y se modifican tanto la estructura como la función de ciertas regiones cerebrales implicadas en la percepción del dolor, las emociones y la atención.

A nivel cerebral, se ha observado una disfunción en la conectividad entre regiones responsables de la percepción del dolor, las emociones y la cognición. Esta conectividad anómala se relaciona tanto con el mantenimiento del dolor como con la sensación de fatiga y los síntomas cognitivos. Por suerte, el cerebro posee una gran capacidad de plasticidad, es decir, puede adaptarse, reorganizarse y generar nuevas conexiones. Esta plasticidad es clave en la recuperación funcional y puede estimularse mediante intervenciones dirigidas como la neuromodulación no invasiva.

Las técnicas de estimulación cerebral no invasiva (ECNI) permiten modular la actividad neuronal sin necesidad de cirugía. Entre ellas destacan:

  • La estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr), que usa campos magnéticos para inducir corrientes eléctricas en áreas específicas del cerebro.
  • La estimulación transcraneal por corriente continua (tDCS), que aplica una corriente eléctrica suave para modificar la excitabilidad cortical.

Estas técnicas actúan sobre los circuitos neuronales implicados en el dolor, la fatiga y las emociones, facilitando cambios duraderos en la conectividad y la plasticidad sináptica. Son seguras, bien toleradas y tienen efectos secundarios leves y transitorios.

En fibromialgia, la EMTr sobre la corteza prefrontal dorsolateral (CPFDL) o la corteza motora primaria (M1) ha demostrado disminuir el dolor, mejorar el ánimo y reducir la fatiga. La tDCS, por su parte, también reduce el uso de analgésicos y potencia la eficacia de otros tratamientos, mostrando mejoras en la calidad de vida y el funcionamiento cognitivo.

En el síndrome de fatiga crónica, la tDCS sobre la CPFDL izquierda se ha asociado con una reducción significativa de la fatiga percibida, una mejora de la atención sostenida y un mejor rendimiento en tareas cognitivas, evidenciado por marcadores objetivos como el potencial evocado cognitivo P300.

También se han publicado resultados positivos en la fatiga post-COVID, donde la tDCS ha logrado mejorar la fatiga física y cognitiva en pacientes con COVID persistente, sin efectos adversos relevantes. Además, se ha demostrado que estas técnicas pueden modular regiones clave en la red cerebral de la fatiga, como la ínsula, el cuerpo estriado y la corteza cingulada.

Uno de los enfoques más prometedores es la neuromodulación de precisión, que parte del síntoma predominante de cada paciente para seleccionar el circuito cerebral a tratar, la técnica más adecuada y el protocolo individualizado. Desde esta perspectiva, se trata de “hablar con el cerebro en su propio idioma: la electricidad”.

En resumen, la neuromodulación no invasiva representa una herramienta terapéutica innovadora, segura y eficaz para tratar el dolor, la fatiga y los síntomas cognitivos y emocionales en los síndromes de sensibilización central. Al actuar directamente sobre la fisiología cerebral, ofrece una vía esperanzadora para mejorar la calidad de vida de muchos pacientes que, hasta ahora, contaban con opciones terapéuticas muy limitadas.