Un reciente estudio demuestra que la estimulación cerebral no invasiva podría ayudar a mejorar la memoria de personas mayores.
Rob Reinhart, neurocientífico de la Universidad de Boston (EE UU), dirigió el estudio, en el que se analizaron las redes cerebrales para funciones como la atención, la cognición o la memoria, que se ven minados con la edad fruto de algunos trastornos.
Reinhart y sus colegas usaron la estimulación de corriente alterna transcraneal (tACS) que da pulsos suaves de electricidad al cráneo a través de los electrodos del gorro que se le pone al sujeto. La técnica no es invasiva y ha permitido a los investigadores centrarse en dos regiones concretas del cerebro relacionadas con la memoria.
Los voluntarios que participaron en el estudio, de entre 65 y 88 años, se dividieron en distintos grupos y leían listados de palabras que tenían que recordar mientras recibían estimulación cerebral no invasiva.
La práctica se repitió durante varios días y se confirmó que los sujetos que recibieron estimulación cerebral mejoraron su capacidad para recordar palabras. Mientras que los que no fueron estimulados, no mejoraron.
Dependiendo del área del cerebro estimulada también se comprobó que había variaciones: la estimulación frontal del cerebro ayudaba a recordar mejor las primeras palabras, mejorando así la memoria a largo plazo, mientras que la estimulación de los lóbulos parietales experimentó mejoría en la memoria a corto plazo. Además, se evidenció que estos beneficios parecieron durar al menos un mes.
El equipo de Reinhart sugiere más estudios al respecto ya que podría ser muy útil en el futuro y ayudar a personas con transtornos o enfermedades como el Alzheimer.
Los resultados fueros publicados hace unos días en la revista Nature Neuroscience. Puedes verlo completo aquí