El síndrome post–COVID-19 se define por la persistencia de signos y síntomas clínicos que surgen durante o después de padecer la COVID-19, permanecen más de 12 semanas y no se explican por un diagnóstico alternativo. Los síntomas pueden fluctuar o causar brotes. Se ha descrito en pacientes con COVID-19 leve o grave y con independencia de la gravedad de los síntomas en la fase aguda. Los síntomas más frecuentes son fatiga central (hasta el 87%), disnea, alteración de la atención, de la concentración, de la memoria y del sueño, disregulación emocional (ansiedad, depresión) y dolor (cefalea, mialgia). Una de las principales características asociadas al síndrome post-Covid-19 es la discapacidad asociada que repercute de forma importante en la calidad de vida de los pacientes.
La neuromodulación cerebral no invasiva es una herramienta terapéutica para el tratamiento de los síntomas neuropsiquiátricos y el dolor en las etapas aguda y crónicas del Covid-19. La estimulación cerebral no invasiva se basa en estimulaciones realizadas con campos magnéticos (EMT) y con electricidad (tDCS) para modificar las capacidades plásticas del cerebro y, de esta forma, favorecer la recuperación o tratar síntomas que interfieren notablemente con la calidad de vida del paciente.
Ambas técnicas son capaces de modular la actividad cortical y provocar cambios neuroquímicos y hormonales, ya que producen una estimulación selectiva de determinadas áreas del cerebro que, en función del protocolo aplicado, producirá aumento o disminución de la excitabilidad neuronal.
La neuromodulación no invasiva puede controlar los trastornos asociados con COVID-19 a través de cuatro vías:
- Mitigación directa de la infección a través de la estimulación de regiones involucradas en la regulación de respuestas antiinflamatorias sistémicas y/o respuestas autonómicas y prevención de neuroinflamación (existe una influencia bidireccional entre el cerebro y la respuesta inmune. Las estructuras profundas cerebrales median la respuesta inmunitaria en todo el cuerpo).
- Mejoría de los síntomas de COVID-19 de dolor musculoesquelético y fatiga sistémica.
- Mejoría de la disfunción cognitiva.
- Mejoría de la disregulación emocional, ansiedad y depresión asociada con la enfermedad.
La estimulación cerebral no invasiva es una opción terapéutica segura y efectiva para el tratamiento de los síntomas asociados con el COVID-19, con efecto beneficioso tanto en los síntomas neurológicos y psiquiátricos, como en la fatiga sistémica, la disfunción cognitiva y el dolor, ya que permite modular funcionalmente circuitos neuronales relacionados con los síntomas de la enfermedad.
Front Neurol. 2020 Nov 25;11:573718.